viernes, 26 de agosto de 2011

Dia 2: Beijing te atrapa

Al llegar a Tiananmen y ver el retrato de Mao, al fin me he dado cuenta de que ya estoy en China, es una sensación rara porque me siento muy comoda entre ellos y es como si siempre hubiera vivido aquí. Allí he podido escuchar todo tipo de dialectos, pues hay muchos turistas nacionales y es realmente peculiar ver como te miran con curiosidad e incluso te hacen alguna foto disimuladamente. Además he experimentado que es hacer una cola en China... en resumidas cuentas es un caos, todo el mundo intenta colarse y da muchos empujones pero te acostumbras enseguida, al final incluso te acaba divirtiendo.
 
En primer lugar queríamos ir a ver el Mausoleo de Mao, pero cerraban muy temprando y no nos daba tiempo, así que hemos ido a ver la puerta de Tiananmen. Ha empezado a llover pronto y no ha parado hasta el medidodia, así que después de mucho rato esperando bajo la lluvia para dejar los bolsos en la taquilla y pagar 2 yuanes, hemos subido a la puerta de Tiananmen (Puerta de la Paz Celestial), la cual esta formada por 2 partes: la inferior constituida por una base de jade blanco y la superior que tiene una especie de pórtico alrededor donde se suelen poner las personas más importantes del partido o invitados imporantes de otros países, como por ejemplo los jefes de Estado, cuando hay fiestas relevantes. Esta puerta es importante por dos motivos; en primer lugar porque cerraba la antigua Ciudad Imperial y en segundo lugar porque es donde Mao declaró la República Popular China en 1949 e incluso hay el sitio donde estaba él cuando ocurrió este hecho histórico tan relevante, justo en medio de la puerta, marcado y cerrado, ya que sólo las personas que pagan 30 yuanes pueden hacerse una foto en el mismo lugar. En el interior de esta parte, podemos observar que hay 60 columnas, símbolo de la longevidad, y 17 lámparas. Además de una exposición de distintos cuadros de arte tradicional.
 
Después fuimos hacia la plaza Tiananmen, la cual ya había visto desde la puerta, y me decepcionó un poco, pues yo pensaba que era enorme y la sensación que me dio fue de que era una plaza grande pero que podría serlo más. No fui la única, pues Ting me dijo que ella tuvo la misma impresión, quizá fue porque habia unas pantallas gigantes más o menos en medio de la plaza que le quitaban su encanto comunista, supongo que intentando modernizarla un poco.
 
Seguidamente, por culpa de la lluvia tuvimos que refugiarnos en el Museo Nacional de China, donde no tuvimos que pagar entrada y además es posible que volvamos otro día si tenemos tiempo, pues es un lugar realmente interesante: hay muestras de porcelana antigua y sellos de emperadores tan importantes como Gengis Khan, entre muchas otras piezas de gran valor.
 
Después ya nos fuimos hacia el hotel a ducharnos para después ir a cenar a Wangfuging, donde me quedé sorprendida de la modernidad y lujo que hay en esa calle en comparación a donde está mi hotel, en un hutong, que además se encuentra a tan sólo a 15 minutos andando.
Pero estoy descubriendo que Beijing tiene este encanto y cada vez me atrapa más.
 
Hudie

jueves, 25 de agosto de 2011

Beijing tiene un encanto especial.

Después de un largo viaje y pocas horas dormidas, llegamos a Beijing.
La idea que llevabamos era coger el aerobus que nos dejaría en el
centro y desde allí cogeríamos un taxi. Pero lo planificado no siempre
llega a buen puerto y una vez tuvimos comprados los billetes para el
aerobus y cuando ya estábamos a punto de subir, nos dijeron que no
podríamos sacar las maletas hasta la última parada... y nuestra parada
estaba en medio!! Entonces, Ting se enfureció con los chicos que se
encargaban del aerobus y yo le propuse coger un taxi. Pero ella no
estaba tranquila porque nos habíamos gastado 16 yuanes (creo recordar)
cada una y fue a reclamar que nos devolvieran el dinero. Una vez
dinero en mano, fuimos a buscar dos taxis porque llevabamos muchisimo
equipaje entre las dos.
 
La odisea con el taxi fue alucinante!! Los pekineses conducen fatal!!
Pero a la vez tienen una destreza impresionante para atrevsar cuatro
carriles de golpe o para esquivar coches. De camino al hotel iba
admirando el "paisaje" y me sorprendí de la mezcla de estilos
arquitectónicos que hay en Beijing: grandes bloques de pisos y algun
que otro rascacielos junto con los edificios más tradicionales.
 
Cuando llegamos al hotel me enamoré de la calle donde se encuentra. Es
un hutong precioso, con varias casas antiguas, algunas de las cuales
incluso se podría decir que se aguantan en pie por los pelos. Pero, lo
que para mi es más atrayente es el ambiente que se respira, ya que
considero que es realmente auténtico. Hay gente paseando, bicicletas,
triciclos que lleban carga, además de coches... Es una mezcla muy
especial.
 
Creo que ya empiezo a enamorarme de Beijing, y este sólo es el primer
vistazo que hago a esta gran ciudad.
 
Hudie

lunes, 22 de agosto de 2011

A pocas horas de irme a Beijing

Buenas noches a todos!

Mañana me iré rumbo a Beijing, pero no voy sola sino que me acompaña una buena amiga, Zhao Ting, que muy amablemente se ha ofrecido a hacerme de guía y a ayudarme a practicar el poco chino que de momento sé. El plan para mañana será: pasar a recoger a Ting a las 10:30 para llegar aproximadamente a las 11:30 al aeropuerto. Así podremos ser de las primeras en facturar y si todo va bien conseguiremos un buen sitio. El avión sale a las 14:20 hacia Munich. Allí llegaremos a las 16:30, haremos una ruta "turística" por el aeropuerto y nos iremos a las 19:45 esta vez sí hacia Beijing. Serán 9 horas y media aproximadamente de vuelo y llegaremos a las 11:20 de Beijing (6 horas más que aquí). 
Cuando llegue a Hotel ya intentaré conectarme y contaros como ha sido la experiencia y la primera toma de contacto con los pekineses. 

Nos vemos el 24! 

再见!! (Hasta la vista!!)




Hudie